sábado, 29 de julio de 2017

El suelo tiene memoria.

La tierra o sustrato  donde crecen las plantas es algo importante. En mi caso durante muchos años no le he hecho el caso que merezca.
En ese sustrato se encuentran los nutrientes y los minerales que necesitan las plantas para su desarrollo y crecimiento. En caso de cultivo en macetas es un sustrato que se renueva a menudo y  si se compra es fácil  saber sus características y propiedades. Pero si plantamos en el suelo, plantamos sobre un terreno con una tierra que siempre está ahí, En mi caso esa tierra dio vida hace siglos a un bosque mediterráneo, que luego fue pradera  a consecuencia del pasto de ganado y  por último zona de viñedos  y árboles como algarrobos.
No todas las tierras son iguales, ni sus propiedades, ni sus condiciones ni sus respuestas  a los diferentes cultivos. Por ello es importante conocerla.
Cuando se comienza una huerta sin mucha idea, se busca desesperadamente las instrucciones para el cultivo, como si se tratase de montar un mueble de Ikea. El día de inicio del cultivo, cuando hay que regarlo, cuando van a llegar las plagas y cuando recolectar. Pero con los años te das cuenta de que cada huerta es única. Que las condiciones de cultivo que funcionan en un huerto  no tienen por qué funcionar en otro. Que hay tierras que mantiene la humedad una semana y otras como la mía que a los 3 días ya están prácticamente secas.
Que la tierra hay que cuidarla, que si la descuidamos con los años nuestros cultivos no irán bien por mucho interés que pongamos en el resto de actividades.
Que si la llenamos de nitratos  al final contaminaremos los acuiferos  subterraneos. y que si no aportamos estiércol las plantas no crecerán bien.  Que los plásticos que se nos caen al suelo permanecerán allí  siempre y que con las rotaciones de cultivos no solo no agotamos los nutrientes sino que mejoramos sus propiedades.



Que la tierra no es un trozo de esponja, que tiene toda una vida en su interior y que las lombrices  y el resto de insectos no sobran en la tierra. Que intentar tener una tierra si vida a base de aportar insecticida al suelo solo es la última opción cuando vemos que las plantas y sobre todo los bulbos han perdido la batalla.
Que las plantas necesitan recoger nutrientes de la tierra a partir de una tierra húmeda y no es que necesiten beber agua lo descubrí  tal vez demasiado tarde. Descubrí que no por más agua la planta van mejor y que las malas hierbas no son malas, solo son hierbas.

La tierra hay que cuidarla porque se quedará ahí cuando  ya no esté mi huerta, tal vez vuelva a ser un bosque.
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2 comentarios:

  1. Que interesante Kisi, excelente reflexión. Es esencial cuidar el suelo, dotarlo de los aportes equilibrados y no contaminarla con productos nocivos es fundamental.La concenciación y el sentido común es esencial.
    Otra cuestión son otros intereses, los del cultivo intensivo, que daría para muchas páginas y debate, desde luego tengo claro que si cultivo mi huerto es preciso nutrir la tierra con estiercol, compost, humus etc, fortalecerla, para que de modo natural afronte las plagas y adversidades y nos proporcione buena cosecha, en definitiva un cuidado acorde a sus necesidades. Besos.
    Solín

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  2. Buenos días,le quería hacer una pregunta sobre las plataneras,yo tengo 3 y me floreció 1 a la cual le están cayendo todas las flores,usted le pone algún abono especial para que cuajen los frutos? Este es mi correo : bardock.theme@gmail.com
    Gracias

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