Pero son estas condiciones buenas para sembrar los ajos, que germinaran en unos días y crecerán hasta su recolección en verano.
Recogemos las cabezas que guardamos en julio y que hemos ido gastando para el consumo, de esas cabezas sacamos los ajos sueltos y hacemos una selección de los más grandes y sanos.
Luego preparamos la tierra para que se encuentre suelta y libre de hierbas, los caballones servirán para el riego y para beneficiar que los bulbos crezcan mejor.
Un riego consigue que la tierra permanezca húmeda para que en pocos días comiencen a sacar raícesy germinen.