El clima tan seco y las altas temperaturas han propiciado que muchas matas tengan araña roja.
Los síntomas
son que en las hojas aparecen unas manchas amarillas y en muy poco tiempo se secan. Una vez convertida en plaga se trasmite rápidamente de una planta a otra y van muriendo las matas a
cabando con la cosecha.
Por ello utilizo azufre a modo preventivo y voy eliminando los brotes que veo infectados para evitar que se expandan a las matas sanas.
También hay que limpiar las hierbas que crecen aprovechando el riego de las tomateras.
Con este clima tan seco también comienza a aparecer el oídio que es un hongo que ataca a las hojas y va debilitando las tomateras. Se reconoce por que las hojas presentan unas manchas blancas.
Las tomateras soportan perfectamente estas altas temperaturas pero no hay que dejar de cuidarlas y en estos dias hay que regarlas a diario a primera o ultima hora del día.