
Se acabó el verano y aunque las temperaturas todavía son altas , las horas de luz ya han empezado a acortarse.
La mayoría de cultivos de verano llegan a su fin. Después del maíz, pepinos y calabacines ha llegado el final de los tomates.

La barraca de tomates ya estaba practicamente seca, hacia semanas que no sacaba flores y los pocos tomates que quedaban se han recolectado. Ya no tiene mayor sentido mantener las tomateras. No ha sido buen año de tomates, han crecido poco y su producción ha sido escasa. Tal vez la falta de abono y un riego irregular han hecho que no se desarrollasen bien.
Los tomates de la clase valenciano e híbrido han dado una mejor resultado que el resto de variedades con unas plantas con mejor aspecto, aunque con unos frutos con más pudriciones que el resto.
El semillero funcionó perfectamente y los inicios fueron buenos, tal vez con demasiadas faltas en el trasplante de los plantones. El próximo año convendria desinfectar el suelo para prevenir el ataque del gusano barrenador.
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cañas barraca recogidas |
Hay que ajustar el sistema de riego para que los dosificadores sean de menos caudal que para pepinos, melones y sandías. Ajustar la hora de riego para que sea a primera hora y en dias alternos, dejando que la tierra se seque y obligando a las raíces a crecer más profundas.
Conseguir un mayor control de la araña roja.
Ahora a llegado el momento de limpiar el campo de malas hierbas, voltear la tierra para airearla y dejarla unos dias para próximamente plantar las habas.
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bancal preparado para plantar las habas. |