
Aunque por las altas temperaturas de este septiembre no lo parezca el verano esta apunto de acabar. Por ello ha llegado el momento de planificar e ir preparando el bancal de otoño- invierno.

En este bancal irán las coles, las habas y las tablas de verduras como espinacas, acelgas y lechugas. También hay que guardar sitio para las cebollas y un rincón para canónigos.

El bancal que preparo ha estado sin cultivar todo el verano y en gran parte de él no se ha cultivado nada desde el año pasado. La tierra se abonó con estiércol en invierno y durante el verano ha sido invadido por las calabaceras que han ido ocupando y extendiéndose por el bancal.
Por ello lo primero es quitar las calabaceras que ya han llegado casi al final de su ciclo y limpiar a mano el bancal de hierbas. Todo directo al compostador.

Luego con la motoazada volteo la tierra y termino de desherbar enterrando todo el material vegetal que queda y oxigenando la tierra, dejándola expuesta al sol y el aire. Se obtiene una tierra más suelta y esponjosa donde las raíces podrán crecer fácilmente.

En el bancal ya solo quedan los pimientos, están aquí desde el verano pasado y siguen produciendo y sacando flores, es un cultivo que soporta perfectamente las temperaturas de 40ºC que hemos sufrido los últimos días. Cuando llegue el invierno y hiele los pimientos se pararan o en el peor de los casos morirán, mientras tanto pueden convivir perfectamente asociados con las cebollas.
En cuanto las temperaturas se normalicen y sean las normales de un mes de septiembre comenzaré a sembrar las habas y trasplantar coles y lechugas.
De momento el resto de la huerta necesita seguir regandose ya que el viento de poniente ha resecado todo y las deseadas lluvias no llegan.