Les gusta casi toda la fruta, casi todas las verduras, casi todas las hortalizas, casi todas las hierbas, casi todas las comidas preparadas, la carne, el pescado, los insectos y tienden a probar casi cualquier cosa que se encuentren.
Por ello te das cuenta que parte de las sobras de comida diaria se pueden guardar y dárselas a las gallinas.
Claro que aunque dispongan de pan, maíz trigo y mas alimentos, a una gallina le gusta más la arina de pienso industrial, pero supongo que esto es como dar a elegir a un adolescente entre un cocido Manchego o un Mc menú de pollo con patatas deluxe.
La panadería del barrio me guarda y me regala el pan que les sobra.
De esta manera reciclo parte de las sobras diarias que se transforman cada mañana en huevos.