No fue hasta el año pasado cuando me preocupe de saber su verdadero nombre.
Desde luego no recuerdo haber tenido ninguno tan alto como este año. Ha nacido de las semillas caidas el año pasado en la tierra y no ha recibido ningún cuidado especial, tal vez sea que le gusta la compañia de pimientos y tomates. Aunque seguro que lo que más le ha gustado es aprovecharse de sus riegos.
Este falso ciprés o ciprés de verano (kochia scoparia) tubo la suerte de nacer en el bancal de las cebollas lo que le ocasionó que se regara mínimo dos veces por semana al principio y aunque luego ya no se regaba su raíz era lo suficientemente grande como para aprovecharse de la humedad de los pimientos.
Normalmente no suelen superar el metro de altura pero este falso ciprés ha llegado al 1,70 de altura. Esta completamente compacto y aunque se recomienda su entutorado es imposible mover o tirarlo al suelo.
Es una pena que su ciclo sea anual , ahora comienza a sacar las flores y con el frío empezará a secarse.