
La naturaleza de los tomates es rastrera, tiende a ir creciendo encima de la tierra y al contrario de judías, guisantes no tiene la capacidad de trepar ni de sujetarse por si misma a través de tutores.
Por ella se hace necesario ir sujetando las tomatera a sus tutores por varios motivos.

El principal es la conservación de los tomates, que quedan colgados en el aire de la tomatera madurando uniformemente. De esta manera no tocan el suelo, no están en contacto con el agua durante el riego y los gusanos, larvas y otros insectos terrestres no los tocan.
Las matas de tomate sujetas a un tutor tienen mejor ventilación y sufren menos enfermedades.
Otra motivo es la recolección, es mucho mas fácil se puede caminar entre las matas sin pasarlas y los tomates quedan expuestos a la vista aunque tapados del sol por las hojas.
Las labores de limpieza de hierba y riego se hace mucho más cómodo.

El inconveniente que tiene es la faena que da tener que colocar los tutores e ir atando las tomatera a las cañas.

El atado de las tomatera lo realizo con rafia. La rafia de plástico es mucho más cómoda de utilizar y más fácil de atar, pero he dejado de utilizarla. Por mucho cuidado que se tenga en su recogida al final acaba mezclada con la tierra. Por ello vuelvo a utilizar la rafia natural de esparto, al caer al suelo se deshace integrándose de nuevo en la tierra. Los tutores utilizados son cañas de rio, con el tiempo se estropean pero no generan residuos y terminan comportándose.
Entutorando los tomates conseguimos mejores frutos mucho más sanos y propongamos la vida de las tomateras.