En la jardinera de la valla hay un hueco que lleva muchos años vacíos, se encuentra entre las palmeritas y el aloe de vera. Por ello al ver el ciprés con color amarillo y olor a limón lo vi perfecto para ese lugar. De paso sirve para crear una barrera visual en ese lugar.
El lugar elegido recibe luz todo el día y la valla le servirá como protección contra el frío y el viento.