Al observar la barraca lo primero que te viene a la cabeza es que el ciclo de las tomateras se ha terminado. Ha llegado la hora de quitarlas y esperar a la próxima temporada.
Al acercarte ves que ya no quedan tomates y alguno que habia sin recolectar se ha secado y consumido en la propia mata. (después de todo el verano recolectado, esperaba por lo menos esta semana coger dos o tres pero ya no queda ninguno)
Pero al dar el último repaso observo que algunas matas han comenzado a sacar algunas flores.
Las últimas semanas ya no habían florecido, pero la bajada de las temperaturas sobretodo nocturna ha hecho que algunas tomateras tengan brotes nuevos y saquen algunas pocas flores.
No serán más de una docena, pero si llegan a cuajar a estas alturas serán todo un éxito.
Y eso que la araña roja y otros hongos no le ha dejado en paz en todo el verano.
Ahora esperaré que no se produzca una bajada drástica de las temperaturas y las condiciones dejen que por lo menos podamos comer tomates a finales de octubre.
Esta semana ya no se riegan con el programador a partir de ahora solo se regaran una vez a la semana.
Quiero ir quitando poco a poco aquellas matas que están completamente secas.
De momento observar sus flores es todo un regalo.