
Siempre he considerado una buena cosecha de pimientos aquella que va desde sus inicios a mitad de mayo hasta finales de noviembre con la llegada del frío.
El año pasado la cosecha de pimiento se prolongo más de lo normal, cuando llegó el frió dos matas de pimientos continuaron produciendo, llegaron hasta diciembre y continuaban con sus hojas y flores , algo inusual ya que con las bajada de la temperatura los pimientos dejan de producir flores y con las primeras heladas mueren.

En diciembre todavía era posible coger pimientos pero al llegar finales de enero y sobretodo cuando llego la ola de frío polar, las dos matas de pimientos se helaron y acabaron perdiendo sus hojas.
Como se encontraban entre los ajos no las quite del sitio. La sorpresa a sido ver que con el buen tiempo han vuelto a sacar brotes nuevos y hojas que destacan sobre un tallo viejo. Llama la atención ver como han rebrotado sobre unas ramificaciones que consideraba secas y muertas.
Ahora solo falta ver como evolucionaran y si la producción y sobretodo los pimientos serán como los del primer año.
De momento en el semillero volví a plantar pimientos que espero poder repicarlos en un mes.