
Los pollos llevan una semana en su nuevo hábitat, conviven perfectamente entre ellos, eso sí, separados de las gallinas. Cuando crezcan más volveré a abrir para juntar un solo gallinero.
En esta primera semana se ha notado su crecimiento y se ha hecho necesario colocarles una tolva para el pienso ya que comen más de lo que pensaba.

Este fin de semana les he abierto la puerta del gallinero para que puedan salir a dar una vuelta por la huerta. Pero en principio les cuesta salir a explorar el nuevo lugar y tan solo permanecen a unos metros del gallinero volviendo a el cuando algo le asusta.
No tienen miedo de la presencia humana, tampoco de los gatos y tan solo huyen de las gallinas grandes cuando estas les pican.
Por primera vez han probado la hierba y han comenzado a comer gusanos e insectos que encuentran en la tierra.
Permanecen muy juntos como protegiéndose entre ellos y todavía no es posible distinguir ningún líder.
Quiero acostumbrarlos a que salgan al menos los fines de semana por la huerta para que su alimentación sea más variable y su estado físico sea bueno pudiendo correr y caminar por todos los lados, excepto por la zona cultivada que se encuentra vallada.