
Ahora que parece que se termina este otoño eterno y llega el frío, el frío de invierno de enero donde primero te asomas a la ventana y luego coges fuerza para salir a la huerta.

Todavía sigue haciendo sol durante el día y eso que los días son muy cortos. Un sol que en las horas centrales calienta la tierra y el aire llegando a los 15ºC.
Un tiempo que hace que los pájaros vengan a buscar algo para comer, en un mes de enero donde la huerta se encuentra más vacía de frutos e insectos de todo el año.
Entre todos los arboles sin hojas destaca uno por encima de todos ,el kaki. Ya no tiene hojas y solo conserva sus frutos, unos frutos que van madurando muy poco a poco como si se encontrasen dentro de un frigorífico.
Los pájaros han encontrado la comida más dulce que probablemente puedan comer en este frío mes de enero.

Es normal ver los caquis colgando de los arboles conservando solo la piel, ya que la pulpa ha sido comida por los pájaros. No se dejan fotografiar pero las marcas de excrementos en el suelo reflejan que pasan mucho tiempo en el árbol.
Hay días que a lo lejos es posible oír los tiros de los cazadores, ojala se queden aquí comiendo caquis.