
Uno de los problemas con los tomates es controlar que las hierbas no invadan el bancal. El tomate es un cultivo que demanda mucho riego sobre todo en los meses más calurosos del verano, estos riegos provocan que las hierbas crezcan rápidamente alrededor y sobre todo en el centro de las barracas, lo que hace que estas hierbas compitan y absorban los nutrientes y la humedad de los tomates.
Durante los últimos años coloco un plástico en la zona central de las barracas, el cual no deja salir las hierbas y mantiene las barracas mucho más limpias, ahorrando sobretodo tiempo en la limpieza de la hierba. Ha funcionado muy bien ya que consigue mantener la humedad en la tierra mucho más tiempo
Este año he querido dar un salto que hasta ahora no me he atrevido. Antes de comenzar a plantar en el bancal o campo de verano he decidido cubrirlo todo con un plástico que impedirá que salgan las hierbas. Haciendo agujero tan solo en los lugares donde se plante y que coincidirán con los goteos.
Como ventajas espero conseguir una tierra más estable ya que al no darle el sol directamente la humedad se mantendrá mucho más tiempo y los cambios de temperatura entre el día y la noche no serán tan variables.
No hará falta realizar escardadas ni cavar la tierra , manteniéndose la tierra sin tocar lo que aumentara el número de lombrices.
Como inconvenientes tengo miedo que debajo del plástico las babosas y caracoles acampen a sus anchas y que otros insectos encuentren el lugar idóneo para esconderse siendo difícil su control. No se si la falta de transpiración de la tierra afectara al bancal en su conjunto o si el exceso de calor sobre un plástico que se calentara no provocará una mayor necesidad de riego.
Llevo mucho tiempo con el proyecto por mi cabeza y este año he decidido experimentar a ver si son mejores las ventajas o los inconvenientes.