No conozco a nadie que no haya probado la pipas. En los parques, en el fútbol, por la calle, cuando la gente deja de fumar, para no comer tanto, cuando te sientes nerviosa o simplemente para pasar el rato.Empiezas comiendo solo una y cuando te das cuenta ya no puedes parar de comer, hasta que te acabas la bolsa o todas las pipas que tengas.
A mi siempre me han gustado mucho, me gusta tostadas y crudas. Como más buenas están crudas son recién cogidas del girasol.A partir de ahora ya se pueden ir recolectando los girasoles , ha sido un cultivo que he recuperado, ya que hacia muchos años que no plantaba. Al probar las primeras pipas no he podido volver a recordar esos veranos de la niñez. Hay sabores que pueden hacerte recordar momentos y lugares que ya se habían olvidado.
El cultivo de girasoles ha resultado ser sencillo, no ha supuesto ninguna faena, tan solo el riego por goteo conjuntamente con el resto de cultivos.Cuando el girasol se llena de pipas su flor o cabeza se inclina hacia el suelo, como protegiéndose del ataque de los pájaros. Hace años era necesario tapar con una red para que los pájaros no se diesen un festín de pipas, pero desde que está el gallinero los pájaros prefieren ir a comer pienso al gallinero dejando en paz los cultivos de la huerta. Es normal quien va a comer pipas teniendo sabroso pienso con sus mezclas y potenciadores de sabor. He llegado a un acuerdo, yo no tapo el hueco por donde pueden entrar al gallinero y ellos dejan en paz mis cultivos.
Ahora toca pasar la tarde comiendo pipas.



















