Es la mejor manera de comenzar, controlando las plantas desde su germinación, sabiendo de donde proceden y la variedad exacta que tenemos.
Es bonito, aunque muchas veces es frustrante y te hace replantearte que es más cómodo y seguro comprar los plantones.
Si la semilla no dispone de humedad nunca germinará, si la tierra se seca en exceso la semilla no tendrá fuerza para salir al exterior.
Si encharcamos el terreno en exceso y lo mantenemos las semillas tampoco germinaran y si no dejamos que la tierra se seque se nos llenará de moho y las plantas enfermarán.
Si la tierra permanece seca las plantas no crecerán o lo harán muy lentamente. El exceso de humedad de la tierra y el ambiente húmedo y cálido harán acudir a caracoles y babosas. Pero la ausencia de humedad traerá la araña roja.
Por todo esto desde el inicio de mi semillero una de los errores fue no poder controlar el riego, el plástico hace que la temperatura interior suba mucho y la tierra se seque rápidamente. Cuando las planta han germinado hay que regar en las horas donde el sol no les da directamente preferiblemente a primera hora de la mañana. Cuando las plantas son grandes y están a punto para su trasplante el riego se hace más constante y necesario por lo que hay que regar a diario.
Por todo ello desde el principio busque una solución al riego, coloque un deposito de agua con un programador pero la presión del deposito era muy baja y el programador no abría.Cuando hace unos días tuve la ocasión de coger un acumulador de agua caliente estropeado no lo dudé, ya tengo uno como deposito de agua para las gallinas y funciona a la perfección. Es un deposito de 80 litros de agua , se llena desde la red de agua a presión de servicio y permite a través de un programador de riego que le he puesto controlar el momento y la duración del riego.