
Las tomateras plantadas en abril y mayo ya están comenzado a dar los primeros tomates, a partir de ahora la recolección será diaria y la máxima producción se producirá entre la última semana de julio y la mitad de agosto, a partir de entonces irán a menos y a mitad de septiembre acabara su ciclo. Los hongos y las enfermedades terminan acelerando su final.
Pero si plantamos tomates ahora, sobretodo de una variedad
tardía su producción comenzará mucho más tarde y así podremos seguir
disfrutando de tomates recién cogidos hasta que
bajen las temperaturas y dejen de florecer.
Por ello hoy he decido plantar otra barraca de tomates, un
poco más pequeña con 15 matas de tomate valenciano de variedad local parecido
al masclet pero liso.
He esperado a última hora de la tarde, cuando comenzaba a anochecer ya que el lugar
elegido es el que ocuparon las habas en invierno, un sitio que recibe luz y sol
todo el día.
El terreno lo preparé la semana pasado, con la motoazada
volteé la tierra y enterré las hierbas dejando la tierra limpia, durante la
semana el sol y el calor se han encargado de secar y airear la tierra. Hoy solo
hacía falta nivelar y retirar las piedras más grandes.
Coloco un plástico negro como acolchado, evitará la aparición
de hierbas y conseguirá mantener mucho más tiempo la humedad en la tierra.
El riego mejor para las tomateras será el goteo, aportará el
agua justa y necesaria para cada mata y no malgasta agua en zonas donde no
llegan las raíces.
Ahora tendrán toda la noche para aclimatarse a su nuevo lugar,
vienen de un vivero creciendo en
sustrato y sin sol directo. De plantarlos en las horas centrales del día se
hubiesen quemado sus hojas y no habrían soportado el trasplante.