lunes, 4 de diciembre de 2017

Proteger el gallinero en invierno.



Las gallinas soportan perfectamente las bajas temperaturas, su plumaje les protege del frio y su fisiología les permite regular la temperatura. En pocas ocasiones las he visto resguardarse o no querer salir del gallinero por frio, estos días hace vida normal y les gusta darse sus baños de tierra a sol. Se les ve mucha más agobiadas y sin ganas los días de verano cuando las temperaturas se acercan a los 40ºC que ahora.
Sin embargo el frio unido con mucha humedad como es en esta zona puede provocar  que enfermen por gripe con consecuencia de muerte.
El problema viene si llueve con viento de manera que entre agua lateralmente al gallinero y se mojen, luego el viento frio unido a las temperaturas muy bajas puede provocar que alguna termine enfermando.
Y cuando una enferma puede trasmitir la enfermedad al resto de la comunidad.
Por ello en invierno me gusta cubrir la tela metálica  con plástico, protegerá del frio sobretodo en la zona donde duermen y evitará que cuando llueva entre agua  y las mojes. Tambien evitará que si llueve racheado lateral entre y se formen charcos en el suelo. Pero sobretodo se consigue que la temperatura interior sea más agradable que en el exterior del gallinero.
Pero no se trata de hacer un invernadero, en el gallinero la ventilación es fundamental para la salud de las gallinas. Sus heces  de las gallinas son muy fuertes con vapores como el amoniaco que de no estar ventilada junto con el exceso de humedad  puede hacer enfermar las gallinas.
Por eso solo coloco un plástico protector dejando las puertas y laterales libres para que siempre haya ventilación.
Las gallinas siguen durmiendo en sus mismos palos, podrían cambiar a la parte más interna del gallinero más protegida pero no lo hacen, demostrando que el frio de estos días no les molesta.
Lo que sí que pasa es que en invierno comen mucho más pienso que en verano. En esta época donde las horas de noche son mayores a las horas de luz, las gallinas castellanas han dejado de poner huevos.


domingo, 3 de diciembre de 2017

La primera helada de otoño.



La bajada de temperaturas de esta semana ha sido muy brusca, se acabó las temperaturas suaves que nos ha regalado este otoño y parece que  el invierno ya está llegando. Hemos pasado de las temperaturas iniciales de un año normal de otoño a las de finales de otoño sin tener bajadas progresivas como en un otoño normal. Tal vez por ello es ahora cuando los arboles se dan prisa por perder las hojas.
Doy una vuelta por el huerto y descubro los síntomas de que ha helado. (1 diciembre -0.5ºC) sobre todo en aquellas plantas más sensibles como son las judías y el garrofó. 2 días después sus hojas se han secado y sus tallos empiezan a secarse.  La temperatura mínima que soportan las judías es entre 0 y 2ºC. Por eso  las judías y el garrofón han terminado de golpe su ciclo. Unas judías que hace unos días contenían flores y un garrofón donde todavía es posible ver vainas pequeñas  que continuaban creciendo.
Sin embargo la barraca de tomates tardíos ha aguantado esta primera helada. No hay síntomas ni en las hojas ni en los frutos de haber sufrido  por la temperatura de -0.5ºC. Es cierto que esta temperatura ha sido en un corto tiempo (solo en las  primeras horas del amanecer del día 1) demostrando que los tomates han soportado y sobrevivido cosa que no han podido hacer judías. Los pimientos se encuentran en un término medio, muchas de sus hojas han sufrido los efectos de esta helada, sin embargo la planta no ha muerto. Otras como las berenjenas no tienen ningún síntoma.
El clima es el que corresponden a este mes y época del año. Por eso estos cultivos que son de verano han llegado hasta estos días por un clima atípico que tal vez el cambio climático nos está acostumbrando poco a poco. Tal vez lo peor sea la ausencia de lluvias durante todo el otoño. Las lluvias caídas esta semana (10L/m2) han sido perfectas para los cultivos de invierno como los ajos recién plantados y que están en periodo de germinación, otros como las cebollas ya plantadas y  otras como el trigo que lo necesitaban para seguir creciendo.
Espero en un futuro poder construir un invernadero para que en su interior las temperaturas nunca lleguen a los 0ºC y así poder seguir disfrutando de cultivos de verano todo el año.


viernes, 1 de diciembre de 2017

Aporte materia organica al bancal



Cuando cultivamos, lo que sembramos o plantamos  se alimenta de los nutrientes de la tierra, depende de cada planta necesitará unos u otros, de ahí uno de los hechos de no repetir el mismo cultivo en el mismo lugar durante varios años. Pero al final los nutrientes de la tierra terminan agotándose. Por ello  se hace necesario el aporte de nutrientes  a la tierra a través del estiércol. Dependiendo de qué animal provenga el estiércol contendrá  un equilibrio entre un tipo de nutrientes y otros.
Con el aporte de estiércol  se consigue aportar materia orgánica a nuestra tierra, a la vez que aportamos nutrientes también modificamos  la estructura y el ph de la tierra. Conseguimos un suelo vivo, cosa que con los fertilizantes químicos no conseguimos.
Por ello yo hace años que dejé de utilizar los abonos químicos.
Ahora que el bancal este vacio aprovecho para aportar el estiércol para que se descomponga poco a poco en la tierra y esté listo para la próxima cosecha.


jueves, 30 de noviembre de 2017

Dormir de las gallinas



Al igual que los pájaros tienen la capacidad de mantener el equilibrio encima  de una rama o palo horizontal. Son capaces de repartir su peso y equilibrarse manteniendo como eje central sus patas, quedándose dormidas de pie o sentadas encima de un palo.
He observado durante estos años que lo diferentes gallos que han vivido en el gallinero se han situado siempre en el palo situado en la parte más alta.
Al principio solo coloqué un palo y todas las gallinas dormían el él, había peleas por la situación incluso una temporada donde todas no cabían y se empujaban hasta que alguna se caía al suelo.
Coloque varios palos a diferentes alturas y en diferentes lugares del gallinero, pero todavía no he conseguido descifrar el por qué cada gallina ocupa un lugar o una compañía con quien dormir. El gallo siempre duerme en el mismo lugar (el palo más alto) pero a veces le acompaña una gallina otras veces 2 y a veces  ninguna. Tampoco he descifrado la si el cambio de lugar para dormir estará relacionado con el clima o la estación del año. Lo que sí que está claro es que las gallinas nuevas se tienen que conformar con los huecos que queden y muchas veces cuando ocupan un lugar las más veteranas les pican y les obligan a irse u otro sitio.
La hora de irse a dormir es cuando comienza a anochecer, sean las 6 de la tarde en invierno o las 10 de la noche en verano. Si salen a primera hora de la mañana es fácil ver cómo se van a dormir cuando todavía quedan  rayos de sol, pero sin embargo si  las saco por la tarde  aprovechan sus paseos por la huerta hasta que se hace de noche.
Tuve un gallo que marcaba las horas de salida y llegada al gallinero de todas las gallinas, era el primero en salir y el último en entrar, buscaba a las gallinas rezagadas y les obligaba a entrar dormir/2016/09/cuando-tuve-un-gallo-de-pelea.. Sin embargo otros como este que hay ahora no mantiene ningún control sobre la salida o entrada al gallinero, solo salen a buscar si alguna gallina avisa de algún peligro.
La hora de salida es cuando amanece y la luz es suficiente para ver, pero la hora de regreso la marca el cansancio de cada gallina, por ello ahora en invierno hay algunas que es posible verlas a las 5 de la tarde encima del palo esperando que anochezca y otras entran sobre las 6 cuando ya casi ha anochecido.





domingo, 26 de noviembre de 2017

Tiempo de plantar ajos.



Es tiempo de plantar ajos, utilizo las cabezas recolectadas en junio. Intento seleccionar las más grandes y de ellas desgranar los dientes más grandes. Ellos serán los que se sembrarán y de cada uno de ellos  se recolectará una cabeza nueva.
Lo primero es preparar el terreno, quito el acolchado de plástico que ha permanecido todo el verano. La tierra está muy compactada por haberla pisado durante todos estos meses que estuvieron plantados los tomates, el acolchado a mantenido la tierra húmeda y hay muchas babosas. Paso la motoazada, volteo la tierra, la oxigeno, entierro hojas y demás material vegetal que esta encima de la tierra. Las gallinas pasan el día buscando insectos, lombrices, babosas e incluso restos de tomates que todavía quedan. Es cierto que esta tierra sin labrar está llena de lombrices pero para que las raíces se desarrollen es mejor una tierra labrada.
En cultivos como los ajos me gusta sembrarlos en caballones. De esta manera el bulbo se queda en la parte alta y el agua del riego humedece la tierra sin llegar a encharcarla. El ajo es un cultivo que no requiere de mucho riego y en un invierno con lluvias puede llegar a podrirse. El caballón canaliza el agua y se seca rápidamente, mucho más rápido que sembrados a nivel de tierra.
Permanecerán en el terreno todo el invierno y parte de la primavera. Soportarán perfectamente las heladas  y si llueve algo no será necesario regarlos. Cuando empiece la primavera habrá que escardarlos y evitar que las hierbas invadan el cultivo. Durante el invierno les tiraremos  la ceniza de la chimenea, les vale para evitar patógenos y como abono para la tierra.
Hace años les tiraba sal de amoniaco para su mayor crecimiento, pero ya hace mucho que desterré los abonos nitrogenados y  químicos de mi huerta.