
Las gallinas ya conocen el ruido del pienso de gatos al caer sobre el plato metálico o el sonido típico para llamar a los gatos cuando se le pone la comida. Por ello acuden rápidamente a comer cualquier tipo de pienso o resto de comida que se le ponga a los gatos, ya que la comida de gato le agrada a las gallinas.
Si las gallinas se ponen a comer los gatos se apartan y esperan, pero si el hambre les aprieta pierden el miedo y la vergüenza y es posible verlos a todos juntos.
A las gallinas les gustan todo tipo de sobras de comidas, desde ensaladas hasta restos de arroz o pucheros. Los gatos prefieren los restos de carne o pescado, pero cuando colocamos restos de comida para las gallinas siempre acuden a ver si hay algo que les gusta.