Cuando llegó el buen tiempo y sobretodo cuando las temperaturas comenzaron a subir los guisantes empezaron a perder su buen aspecto. Sus hojas comenzaron a volverse blanquecinas y muchas empezaron a secarse.La humedad de primera hora de la mañana con amaneceres llenos de rocío y las altas temperaturas en las horas centrales con días de mucho viento han hecho que el oídio se propague rápidamente por todas las matas de guisantes.
Su aspecto es como de polvo blanco o ceniza pegada a las hojas.
Los primeros síntomas fue que el crecimiento se paró, las hojas comenzaron a retorcersey que la floración comenzó a menguar llegando a este momento que prácticamente es nula.
El gran crecimiento de los guisantes y su gran densidad hacen que el hongo encuentre un lugar ideal para desarrollarse. El fuerte viente sufrido el mes pasado a contribuido a propagarlo por todas las matas de guisantes.
Uno de los tratamientos más ecológicos es la aplicación de azufre y la cola de caballo.
Este año ya es demasiado tarde para la prevención y aquellas matas afectadas ya no llegaran a recuperarse. Por ello ha llegado el momento de comenzar a quitar las matas de guisantes















