La barraca de tomates todavía podría permanecer más tiempo, aunque algunas de sus matas se han secado otras todavía tienen flor y tomates. Esta fue la primera barraca que se planto de las 2 que he plantando este año. Pero esta ocupando un lugar que es necesario para los cultivo de otoño.
Ha llegado el momento de preparar el bancal, la tierra lleva todo el verano recibiendo un fuerte calor, prácticamente no ha llovido nada y la tierra pisada esta dura y compactada. Se hace necesario voltear la tierra, sacar la capa más profunda donde han estado las lombrices trabajando, donde la tierra no ha perdido parte de los nutrientes por los cultivos y las hierbas que han crecido los últimos meses. Al voltear la tierra se consigue oxigenarla, dejarla más suelta para que los próximos cultivos tengan más facil extender sus raíces y se consigue que los riegos y las lluvias se filtren y no se produzcan encharcamientos.
Preparar la tierra es la primera faena en la preparación del bancal. Con ello eliminamos las hierbas que hay, sacamos las raíces de los cultivos existentes y volteamos las hierbas para que se composten en la tierra y mejoren la textura.
Mañana ya podre comenzar a sembrar y plantar los cultivos de otoño/ invierno. Todavía quedan en el bancal pimientos y berenjenas, estos permanecerán hasta que lleguen las heladas con suerte hasta final de año.
Ahora llega el momento de sembrar las habas, alcachofas, espinacas, endivias y escarolas, también va a llegar el momento de plantar coles, lechugas y canónigos.
El bancal de otoño no es como el de verano, tendrá menos trabajo pero eso no significa que el huerto baje su rendimiento ni se pare, el bancal se llenara como en verano, su crecimiento será más lento y los días mucho más cortos nos dejarán menos horas para trabajar en el huerto ya que hay menos horas de luz solar.
Pero a partir de ahora las temperaturas más suaves hace más agradable estar en la huerta sobre todo en las horas centrales.
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