Estoy limpiando el bancal de verano. Sobretodo quitando las
barracas de tomate que plante en primavera/2017/04/los-primeros-plantones-de-tomate/. Necesito esta tierra para sembrar
los ajos y luego las patatas.
Los tomates increíblemente todavía se encontraban bien, su
ciclo este año ha durado mucho más. Las temperaturas suaves del otoño han
ayudado a que sigan floreciendo, la falta de lluvias ha propiciado que los
hongos no se desarrollen tan rápidamente./2017/06/prevenir-en-las-tomateras.html
Y sobre todo los cuidados que he ido realizando durante todo
el cultivo han conseguido llegar hasta aquí./2017/10/lo-que-termina-con-los-tomates/
El acolchado del suelo ha conseguido evitar las hierbas que invaden
todo el terreno, compiten por los nutrientes y sobretodo obligan a aumentar los riegos. Con el acolchado se consigue que la tierra
mantenga mucho más tiempo la humedad y que la tierra se encuentre en mejores
condiciones.
El entutorado con cañas consigue que los tomates estén verticales
con mejor ventilación y menor ataque de
insectos.
El riego por goteo con el programador se adapta a la cantidad de agua necesaria a
medida que crecen y a las horas cuando todavía no ha comenzado el calor.
Los tratamientos con azufre y cobre han conseguido mantener las tomateras sanas.
El acompañamiento de matas de albahaca ha ayudado.
Cuando el verano terminaba y algunas tomateras comenzaron a enfermar,
su retirada de la huerta consiguió que
no se extendieran al resto de tomateras sanas.
La bajada de temperaturas brusca de estas últimas semanas hace que les
cueste mucho madurar y cuando las temperaturas
lleguen a 0ºC las tomateras s morirán.
Por ello recojo los tomates que están verdes y arranco las tomateras que terminan en el compostador.
Los próximos días retirare el acolchado y prepararé la tierra para el cultivo del ajo.




















