
Siempre con miedo, no se acercaba y huía al ver a alguien. Buscaba en la basura y si encontraba algo se lo llevaba. Venia de noche y cuando sabia que no estábamos.

Duerme encima de una silla y casi no se mueve de la parcela, en diciembre se quedó embarazada.
Cuando llegó el invierno y la ola de frío le puse un trasporting en la zona del paellero, por la noche entraba allí a dormir a veces junto a otra gata.
Hace algunas semanas que su volumen de tripa era muy grande y era inminente que pronto tendría gatitos.
Por casualidad la vio un vecino que me contó que esa gata había estado viviendo en la calle de detrás hasta que hace un año se murió la dueña y ya no vive nadie en esa casa. Su dueña le llamaba la gata ladrona ya que se colaba en la cocina y mientras cocinaba metía la pata en la cazuela y sacaba trozos de carne que se comía.

Esta mañana permanecia dentro del trasporting, al acercame no ha salido corriendo como hace siempre. Su cara lo decía todo, al fondo se veía el primer gatito.
No he querido acercarme demasiado, le he dado un poco de pienso pero no quiere comer, le he puesto un cuenco de leche y la dejo tranquila.
Ya no se asusta de mí, pero al intentar acariciarla me bufa.
Hoy es un gran día para ella.