De todas las actividades o faenas que hay en un huerto la que menos me gusta es quitar las hierbas.
Con el paso de los años me he ido acostumbrando pero sigue sin gustarme.
Desde luego la motoazada hace un trabajo impagable y consigue que en las zonas donde no se cultiva permanezcan libres de hierbas. Pero hay muchos rincones y sobre todo la zona de los arboles que es una zona que recibe riegos a menudo ,donde las hierbas crecen más tanto en invierno como verano, pero sobretodo se incrementan a partir de la primavera.
Para estas zonas hace unos años descubrí la malla antihierba que funciona muy bien dejando que la tierra absorba el agua e impidiendo que nada crezca a través de ella.
Pero el año pasado la malla se deterioró, tal vez por el efecto del sol o por la calidad del producto. También algunas hierbas habían conseguido atravesar la malla rompiendo y creciendo por encima de ella.
Nunca he querido utilizar herbicidas, por dos razones, la primera por que las gallinas siempre acuden a la zona de las hierbas buscando insectos, semillas e incluso comen muchas de las hierbas pudiendo envenenarse o al menos no siendo muy sano.
La segunda por que el herbicida acaba contaminando la tierra y que al compostar el compost ya no será igual de bueno que el que provenga de hierba sin herbicidas.
Por ello hace unos días me hice el animo y comencé a limpiar la zona donde la hierba ya casi se había adueñado de toda la zona.
No queda más remedio que como hace años volver a coger la azada e ir cortando la hierba a ras del suelo. Luego se recoge la hierba que irá directa al compostador y servirá para hacer compost.
Es cierto que es un trabajo que cansa bastante físicamente, pero el resultado servirá para tener una tierra donde durará más la humedad y los nutrientes y unos arboles con menos plagas y más sanos.
jueves, 28 de abril de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario