Tenían ya las hojas secas y hacían un par de semana que no se habían regado. El bulbo había alcanzado su tamaño y ya se habían formado los dientes de ajo. Las última semanas la roya había hecho enfermar sus hojas.
Se sacan de la tierra estirando del tallo y desenterrado las cabezas. Para algunos hace falta utilizar la azada para sacarlos ya que el terreno esta muy duro.
Se limpian con la mano quitando los restos de tierra que se pega al bulbo y con un cuchillo se cortan las raíces. También se cortan las puntas de los tallos.
Se dejan todo el día al sol para que pierdan la humedad que les queda y se guardan dentro del trastero ya que es un lugar seco y ventilado.
Este año hemos recolectado alrededor de un centenar de cabezas. El tamaño es mediano pero de aspecto compacto y bueno.
Quedaran guardados e iremos gastando conforme se necesiten. Durarán almacenados casi hasta la próxima cosecha.
martes, 21 de junio de 2016
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