Las temperaturas ya superan los 30
º en las horas de más calor y el sol calienta la tierra mucho por lo que comienza a ser necesario regar con más frecuencia.
Con estas temperaturas el pulgón negro se extiende con rapidez y ataca principalmente a los brotes más tiernos de las habas. Las habas es un cultivo de invierno, le gusta el frio y
con estas temperaturas sus hojas enferman con rapidez acelerando su muerte y el secado de la planta. No vale la pena perder tiempo y recursos en alargar la temporada de habas.
Por ello llega el momento de quitar las plantas de habas, bien para aprovechar ese terreno para cultivos de verano ( calabacines, lechugas, judias……) o bien para dejar descansar esa tierra que necesita recuperar las nutrientes perdidos.
En mi caso ese bancal descansara un año, aprovecharé el próximo invierno para aportar estiércol y la próxima primavera
Recolecto las últimas habas y las matas de habas van directas al compostador.,