Uno de esos cultivos indispensables durante otoño e invierno son las lechugas. La mejor estrategia es programar su siembra de manera escalonada de modo que el crecimiento no sea uniforme y podamos cosechar lechugas en diferentes etapas de desarrollo. Para lograrlo lo ideal es sembrar las semillas en un recipiente, maceta o en el suelo de forma que luego se puedan ir trasplantando a su ubicación definitiva. En este momento tan solo hace falta dispensar las semillas como si estuvieramos espolvoreando sal a una ensalada, cubrirlas con un poco de tierra y regarlas para mantener la humad en el suelo. El sol que calienta esa tierra junto con la humedad de esa tierra regada hacen que la germinación sea rapida. Las lluvias han conseguido que la tierra esta siempre humeda y con ello la germinación ha sido casi total, germinando casi el 100% de las semillas colocada.
Ha este paso y con las temperaturas todavia altas, pronto habra que ir trasplantando las lechugas del semillero al huerto.
PD: De todas las hortalizas, verduras y cereales lo que mas le gusta a las ocas son las lechugas.
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